Cambio del Modelo Energético: una necesidad ineludible.

Falta la revolución energética que democratice la gestión de la energía.

sábado, 6 de abril de 2013

Nuestra energía al pedalear genera endorfinas y nos hace libres.





Pedalear, salvo por cualquier tipo de impedimento como puede ser por no haber aprendido o por alguna incapacidad física que lo imposibilite,  parece que en general se desconoce esta actividad que genera satisfacción y sensación de bienestar, sentimientos más que necesarios sin duda ahora más que nunca después de unos seis años de crisis.


Esta entrada al blog no quiere hacer una apología de la bicicleta ni descubrir lo ya evidente y conocido pero si hacer hincapié y analizar un poco las razones, por las que posiblemente el pedalear, que según la Real Academia de la Lengua no es más que poner en movimiento el pedal de la bicicleta, nos genera como está demostrado endorfinas y por tanto una sensación de bienestar. No me refiero tanto a la actividad deportiva de competición o de alta exigencia fisica, que seguro también lo produce, sino simplemente a desplazarse en bicicleta de la manera que muchos amantes del cicloturismo bautizan como "ciclar a la velocidad de las mariposas". Antes que algún querido lector me reprenda, la palabra ciclar si está en el diccionario de la RAE pero de momento no con la acepción utilizada aquí de movernse en bicicleta.

Hay muchos lugares desde donde se divulgan los beneficios de pedalear, estando incluso constrastada la relación entre el tiempo dedicado y el beneficio conseguido: desde una tonificación muscular a los 20 minutos de inicar el ejercicio pasando por el fortalecimiento del sistema inmune y cardiovascular a los 30-45 minutos como finalmente a una sensación de bienestar y antiestress sobre los 60 minutos. Un estudio científico que aparece en casi toda la bibliografía sobre ciclismo y salud  es el que fue solicitado por el Sistema de Salud en Alemania,  Salud y Bicicleta  al del Prof. Ingo Froböse del Deutsche Sporthochschule Köln.

Pero aquí no quiero detallar estos beneficios, que en mejores sitios pueden consultarse,  sino tratar de adivinar que hay detrás de esa sensación de bienestar sólo por el hecho de pedalear, sensación que no aparece de manera tan clara al hacer otro tipo de ejercicio.
  • El ir montados nos eleva un poco la perpectiva desde la que vemos el entorno, ver el paisaje y el recorrido desde una mayor altura y sentados nos recuerda quizá una sensación ancestral de poder y control sobre la naturaleza a la que dominamos.
  • Mayor velocidad. No es tan rápido como ir en coche pero bastante más que ir andando y permite ver sin problemas todos los detalles y los paisajes con una autonomía suficiente para realizar viajes y recorridos con distancias que serían imposible de realizar andando sin invertir muchas más horas o días.
  • El motor somos nosotros, con nuestro esfuerzo, cada uno de acuerdo a sus capacidades. Esto produce una sensación de autosuficiencia y tiene un efecto psicológico placentero. Inlcuso hay amantes de la bicicleta, cicloturistas con alforjas,  que viajan cargando con todas sus necesidades del viaje, ropa, comida o tienda de campaña a cuestas sólo para "sentirse" autosuficientes, el disfrute empieza antes desde la planificación de la ruta. Para estos cicloturistas que viajan en esta modalidad lo importante no es hacer muchos kilómetros sino ser capaces de hacerlos de manera autosuficiente, viendo el paisaje y controlar las incidencias que surjan.

File:Bicycle-gyro.pngMuchos de los lectores del blog estarán sorprendidos porque todavía no hemos hablado de energía en esta entrada del mismo. Tranquilos, ahora llega el momento.
  • ¡Siempre hacia adelante! Estoy convencido que uno de los efectos que hace que generemos endorfinas al pedalear y nos produzcan esa sensación de bienestar es el hecho que de manera consciente o inconscinete nuestra mente sabe que es nuestra  energía corporal la que se utiliza, somos nosotros los que movemos la máquina, la bicicleta,  y además siempre para ir hacia adelante. Las bicicletas no tienen marcha atrás, el momento cinético y su transmisión se lo impide. Incluso si nos caemos la única opción es levantarse y  es sólo para seguir pedaleando hacia adelante, aunque volvamos al punto de partida. Volvemos avanzando, nunca retrocediendo. Avanzar para llegar a un destino nuevo o para volver de donde partimos. Este movimiento positivo hacia adelante a costa de nuestra energía nos hace sentir bien, seguro.
  • Libertad y control de nuestro destino. Quizá es el resumen de todo lo anterior. Somos libres de utilizar nuestra energía, que la dosificamos, para  decidir el ritmo y a donde ir sólo con un golpe de manillar y pedaleo, sin repostar salvo agua y alimentos para nuestro cuerpo. Sensación esta de libertad que ya debian sentir nuestros ancestros prehistóricos y quizá esté grabada en nuestra memoria genética,  por ello el pedaleo hace que aflore y se nos manifieste de manera placentera.
Con la situación de crisis actual resultan extraños dos aspectos en relación con la bicicleta, ambos la olvidan, maltratan y son una pérdida de oportunidad para el fomento de su utilización que bien podría hacernos más felices y sentirnos mejor, que falta nos hace.
  •  El primero es que las escuelas de negocio o las de  coaching dedican multitud de ejercicios y charlas al trabajo en equipo, al desarrollo de las competencias, a nuestra inteligencia emocional para ver si la discubrimos o a su desarrolo, al liderazgo o a como gestionar personas, pero paradógicamente se habla poco y se hacen menos ejercicios sobre algo tan necesario por obvio como es sentirnos bien o más aún libres a pesar de las circunstancias actuales. No se incluyen jornadas ni "workshops" pedaleando. Vaya desde aquí  una propuesta a los directores de los programas de estas escuelas para que piensen en la inclusión de actividades que permitan a sus alumnos sentirse libres, autosuficientes y satisfechos. Un estudio que les propondria a los gurús de coaching es comprobar si el rendimiento en el trabajo y el compromiso de los trabajadores con la empresa es mayor en el caso de quienes se desplazan a su lugar de trabajo en bicicleta que quienes lo hacen en coche o servicios públicos. Si que se ha comprobado que el ir a trabajar en bicicleta, incluso en las ciudades, es la manera más placentera de desplazarse. Queda por comprobar si estos ciclistas que se desplazan al puesto de trabajo en bicicleta son más productivos o no que el resto, pero de entrada llegan más contentos a su puesto de trabajo que el resto de sus compañeros, lo que ya es mucho hablando de ir a trabajar. Lo que sí se ha comprobado es que por su estado de forma física y salud producen una menor carga de gastos al sistema de salud según el informe del Prof. Ingo Froböse, citado más arriba.
  •  El segundo aspecto, es la persecución real y dificultad que en general encuentran las bicicletas y ciclistas para desenvolverse en ciudades o carreteras donde en general ambos son considerados como un peligro, y en muchos análisis casi como activistas anti sistema contra la seguridad y la convicencia, se encuentran con un sin número de trabas respecto a los otros medios de transporte y el coche en particular. Quizá es debido a que las bicicletas son baratas, no consumen combustible, con lo cual no se recaudan impuestos, (cuantos más ciclistas, menos consumo de gasolina y menos impuestos),  tampoco pagan tributos de circulación  ni seguros, ni los parking de la hora, o a que las revisiones en los concesionarios se reducen a cambiar las cubiertas o cadena cada 5000 km por unos 20€.
El consumir energía es bueno y lo necesitamos para generar riqueza, no hay otra forma,  pero también para mejorar nuestra salud y sentirnos felicies. Son afirmaciones que por  obvias o evidentes son difíciles de demostrar como otras similares.

Quizá los políticos y responsables del sistema financiero deberían de pedalear más, o mejor aún deberían pedalear más, sin la "de" después del infinitvo deber, lo  que significa obligación. Se sentirían mejor a consta de su propia energía en lugar de satisfacerse al derrochar la ajena, o lo que es lo mismo con la nuestra. Reivendicación que bién podría incluirse en los escraches.

¡Que pedaleen!

Saludos.

2 comentarios:

  1. Es Ud un iluminado.
    Qué pedalear nos hará libres, pedalee y lo puede matar un grotesco camionero, un loco al volante, un enfermo de la velocidad.
    No se puede usar bicicletas mientras no haya Autovías Clase 1, y se elimine el tráfico de coches y camiones en una parte grande de las ciudades, digo, en cada ciudad dejar la cuarta parte prohibida al tráfico de coches.
    www.armandobronca.com

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    1. Buuu, si fuera por eso, mejor me quedo encerrada en casa, puedo ir caminando, cruzar la calle y me puede pasar exactamente lo mismo...!!!

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